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Llegué a casa a las cuatro de la tarde, cansada de oír la voz decir: te gusta Oscar, te gusta Oscar… realmente no sé si es amor, es como si lo conociera de siempre. El amor es algo intangible, lejos del conocimiento humano, no es comprensible es extraño, lleno de demás sentimientos; de todo un poco. Simplemente llega y ya, como todo tiene sus épocas buenas y malas en las cuales se va fortaleciendo o destruyendo poco a poco. Así como llega con todos sus sueños, expectativas, esperanzas, sensaciones, se va con buenos y malos recuerdos dejando corazones heridos y llorando, que les cuesta un poco olvidar y seguir luchando para construir las esperanzas destruidas. Puede que no todos reaccionen así, solo el que realmente se entrega en la relación para formar uno solo, para ser amigo, amante, cómplice, apoyo, y demás papeles que se necesitan para formar una buena relación. Pero no hay que olvidar la confianza que debe haber mutuamente, ya que una relación donde no haya confianza es llena de falsas esperanzas y mentiras mal dichas, pero solo esta persona es la que sufre, así haya sido lo mejor haber terminado. El amor no es un sentimiento que se pueda explicar, no es algo fácil de sentir, tiene varios pasos de los cuales uno va aprendiendo y creciendo como persona, sacando lo mejor de su pareja para ser uno cada vez mejor. No se puede negar que es un sentimiento hermoso, pero tampoco que es un sentimiento que mata si se deja que este acabe con uno, por eso es que a veces da miedo entregarse por completo para evitar el sufrimiento.
Esto es lo que me pasó por la cabeza cuando su mirada me “invadía” todo mí ser.

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Este es mi último año en el instituto, he ido seis años allí, siempre con autobús; hoy es la presentación, -y ya pasado una cosa muy interesante… -Te quieres callar. Todo ha empezado así: –Mara, la directora… -Buenos días a todos, como ya sabéis este año será para muchos el ultimo, vuestro tutor esta a punto de llegar, esperar en silencio. –¡Marr…! -¿Qué? Loca -¡cántame…! –Vero, no empecemos –Buenos días a todos, soy Oscar, seré vuestro tutor y profesor de lengua castellana, ­durante todo el año – yo no se si aguantaras… -Creo que si, espero que todo valla bien y que no haya ningún tipo de problema.
Man dicho casi todos mis compañeros que Mara Gómez y Verónica Sánchez, no podéis estar juntas en clase, no se el motivo -¡pero… la gente es…! –Vero, calla, haber Oscar, yo se que Veo y yo hacemos mucho jaleo y todo eso, pero darnos una oportunidad, ¿no? –de acuerdo, una y ya.
Parece distinto a los otros profesores, pinta de buena persona, eso si, físicamente… la primera vez que lo ves, da un poco miedo, pero estoy segura que nos lleváremos muy bien. Dos detalle que me ha llamado la atención, el pelo largo negro y los ojos, color a miel, la manera que me miraba.
-Mar, te espero a las escaleras –recojo y voy. Me quede en clase con Oscar, solos, nuestra miradas se encuentras, un frío por mi cuerpo recorre… Cada vez que nos miramos a los ojos, es muy extraña la sensación.
Me voy, adiós. No he sido capaz de decirle nada más. Ya no había nadie en la escalas.
Por el camino la voz no paraba de hablar de Oscar!

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Estoy sentada y tapada en mi cama escribiéndote, no sé quien eres, supongo que serás una persona como yo. Estoy encantada de que leas esto, mi vida. Soy Mara, una chica bastante normalita y discreta. Desde que nací esta con migo, mi “maldita conciencia” me entretiene, no para de hablarme –Pero mujer, preséntame bien, no asín, como si yo fuera cualquiera ¿no? –Ya lo he hecho, te he presentado, como: mi “maldita conciencia”, y no eres cualquiera porque estas dentro de mi, tú sabes absolutamente todo de mi. ¿te gusta tu nombre? –No, quiero un nombre nuevo, preséntate y luego me lo dices. -¿Tú quien te crees? Bueno, vivo en las afueras de Madrid, con Luis: mi padre, estamos alojados en casa como de piedra viejas, mi padre la edificó cuando yo nací, antes él vivía en el centro de Madrid con mi madre. Mi madre se murió en el parto, entonces mi padre un mes después construyó esta casa, en la que vivimos hace dieciocho años, la casa en sí no es muy grande pero hay mucho terreno por alrededor. –Deja de contar esas cosas, tan aburridas y di lo que le dices a tu padre siempre… -Jejejeje… ¿por qué te gusta tanto? Bueno, vale.
Oh! Cuantas veces he deseado abrazarte, cuantas veces he soñado amarte, cuantas veces... ¡cuántas! Tú lo sabías, y como agua entre los dedos te escapabas de mí, huías, y yo nada podía hacer. Esas largas esperas, esas eternas horas, esos pesados segundos, lentos y amargos, toda una vida en espera, ¿y para qué?

Jejeje, ¿esta contenta? –Si, mucho, su padre cada vez llora, lo entiendo, seguramente se lo sabe de memoria el también. Mara es una chica única, inteligente, sincera, orgullosa, divertida (a su manera), cariñosa… Ya la iréis conociendo. Enga, ¿ya tienes mi nombre nuevo? –Si, ahora serás: ¡La voz!

SINOPSIS

En mi cabeza dan vueltas todos mis problemas, mis temores, mi ilusión de vivir en libertad sin esta “maldita conciencia” detrás mía todo el tiempo como si fuéramos inseparable… tu crees que no tengo ganas de quitarme esas ideas de mi celebro, ¿verdad?.... No puedes saber lo que pienso, ni tu, ni nadie, solo lo sabemos yo y mi “maldita conciencia,” las personas no pueden saber lo que piensa el otro, ¿Por qué? Solo soy una chica de 18 años recién cumplidos, vivo en este mundo que es un mal ``proyecto”, me parece, yo no habría echo así, una de las cosas que cambiaria es las mil preguntas sin contestar y nunca serán contestadas… ¿Por qué hay enfermedades?, de alguna hasta nos morimos, ¿Por qué nos morimos cuando la vida quiere? Si no nos suicidamos, ¿Por qué vivimos, por qué razón?, ¿Por qué hay gente “mejor y peor”?, ¿Por qué discutimos?, ¿Por qué existe la violencia?... Y yo, a mi edad, ¿Por qué pienso todo esto? Envés de salir o pensar que bonita es la vida, como cualquiera de mi edad.